Con Sheij Taha Fathy Hendy
Alabado sea Allah y que la paz y las bendiciones de Allah sean con nuestro amado profeta Muhammad, su familia, sus compañeros y todo aquel que siga su ejemplo.
Y con una nueva reflexión sobre los últimos 10 días del sagrado y bendito mes de ramadán, son de los mejores y más beneficios días del año. Durante esos días, el profeta (sws) solía esforzarse mucho más que en el resto de los días. Aishah, que Allah esté complacido con ella, dijo: <Cuando comenzaban los últimos diez días de Ramadán, el Mensajero de Allah (sws) se esforzaba con mayor vigor> Transmitido por Muslim.
En otro hadiz de Aishah, que Allah esté complacido con ella, transmitido por Bujári y Muslim, dice: < Cuando comenzaban los últimos diez días de Ramadán, el Mensajero de Allah (sws) permanecía levantado durante toda la noche, despertaba a su familia y se esforzaba con mayor vigor >.
Pasaba la noche rezando, recordando a Allah y evocándolo, despertaba a su familia para que se esforzaran en la oración, el recuerdo de Allah y suplicándolo. Esa es una sunnah (tradición profética) que puede que algunos musulmanes no le prestaran la atención que se merece, pues Allah, Enaltecido sea, dice: “¡Vosotros que creéis! Guardaos a vosotros mismos y a vuestra gente de un fuego cuyo combustible serán los hombres y las piedras. Sobre él habrá ángeles duros y violentos que no desobedecerán a Allah en lo que les ordene, sino que harán lo que se les ordene” La prohibición: 6.
Por eso, la oportunidad es enorme e inmensa para esforzarse, durante estos últimos 10 días de ramadán, en los hogares que se han convertido en casas de adoración como bien dice Allah.
Quizás estos días, en que estamos confinados en nuestras casas para protegernos y proteger a nuestras familias, sean un favor y gracia de Allah, Altísimo sea, pues estamos junto a los nuestros y cualquier acción que realizamos para adorar a Allah, ellos participan con nosotros.
Allah, Altísimo sea, nos abrió esta puerta para que todas las personas del hogar saquen beneficio y para que ningún hombre, mujer, joven o niño deje de adorar a Allah, ayudándose entre ellos.
Durante estos días, el profeta (sws) realizaba el Itikaf (retiro en la mezquita sin salir) que es la práctica más eficaz para sanar los corazones. Nuestros sabios y eruditos opinan que, en la situación que estamos viviendo, se permite hacer el Itikaf en los hogares, es decir con la intención de hacerlo por cada hombre, mujer, joven, niño. Como bien hemos dicho, estos días son una gran oportunidad y un favor de Allah que nos lo ha facilitado. Antes hacíamos el retiro lejos de nuestros hogares, pero ahora lo podemos hacer dentro de ellos para vivificar esta sunnah en nuestros hijos, en nosotros mismos y en nuestras mujeres.
Allah, Glorificado sea, ha distinguido a estos últimos 10 días con una noche especial que la noche del destino (Lailat-ulqadr) que es mejor que mil meses. El profeta (sws) se esforzaba tanto en estos últimos 10 días para lograr los beneficios de esa noche que, como se dice, equivale a la adoración durante 80 años que se registran para el siervo, aunque los estudios del hadiz dicen que la cifra no es lo que se busca, sino la abundancia, pues el significado de las palabras de Allah: “es mejor que mil meses” El decreto: 3, es la abundancia es mejor que la adoración durante todo el tiempo y que no significa solo la vida de la persona, sino la vida de toda la humanidad en este mundo, pero ¿por qué? Porque por aquel entonces mil significa muchísimo para los árabes ya que no estaban acostumbrados a números más altos. El Mensajero de Allah (sws) dijo:
((A quien rece durante la noche del decreto con fe y devoción se le perdonaran todos sus pecados cometidos))
((Procurad la noche del decreto en las últimas 10 noches de ramadán))
Estos últimos 10 días se merecen un gran esfuerzo en la adoración, en el arrepentimiento ante Allah y en el retiro en nuestros hogares para recuperar lo que hemos podido haber desaprovechado en los 20 días anteriores, y Allah es Dueño del gran favor.
Nuestras próximas reflexiones versaran sobre este tema, inshaallah.
Rogamos a Allah, Glorificado y Enaltecido sea, que nos bendiga nuestros días, nos haga alcanzar lailat-ulqadr y haga que seamos de los que la aprovechen al máximo, y que la paz y las bendiciones de Allah sean con nuestro amado profeta Muhammad, su familia, sus compañeros y todo aquel que siga su ejemplo.