Por Sheij ; Taha Fathy Hendy
Alabado sea Allah y que la paz y las bendiciones de Allah sean con nuestro amado profeta Muhammad, su familia, sus compañeros y todo aquel que siga su ejemplo.
Queridos hermanos y hermanos: Aselemu aleikum, que Allah resplandezca vuestros rostros y haga que seamos de los que escuchan las palabras y siguen las mejores de ellas.
Que Allah nos acepte nuestro ayuno, nuestros rezos y todas nuestras buenas obras.
La reflexión de hoy se titula: ¿Has traído contigo algún abogado?
En nuestro mundo, cuando la gente comete algún crimen o tiene alguna causa pendiente, procura elegir el mejor abogado para su defensa. En este bendito mes de ramadán intentamos conseguir un abogado para defendernos ante Allah, Altísimo sea. Nuestros abogados son el ayuno y el Noble Corán, pues el profeta (sws) dice en el hadiz: ((En el día de la resurrección, el ayuno y el Corán interceden por la persona obediente. El ayuno dirá: ¡Oh, Allah!, yo le he privado de comer y beber durante el día, acepta mi intercesión a su favor. Y el Sagrado Corán dirá: ¡Oh, Allah! yo le he impedido dormir por la noche, acepta mi intercesión a favor de él. Entonces, Allah, Altísimo sea, acepta ambas intercesiones)).
Por eso, hermanos y hermanos, debemos provisionaros como es debido para fortalecer nuestra defensa ante Allah, Glorificado sea.
Y por eso, Allah, Altísimo sea, asoció el mes de ramadán con el Corán, y dice: “Es el mes de ramadán, en que fue revelado el Corán ” La vaca: 185. La relación entre ramadán y el Corán es una ralción natural, pues el que quiera alcanzar el perdón de Allah, Altísimo sea, debe incluir el Corán junto con el ayuno.
El ayuno es una práctica privada entre el siervo y Allah, y el Corán también, en cuanto a su lectura, su meditación y su compañía es un asunto privado entre el siervo y Allah.
Que mejor para nosotros, en este sagrado mes, que tener una sesión diaria con el Noble Corán, no solo para leerlo y cosechar recompensas (hasanah) que son muchas en la lectura en si, ya que cada hasanah produce diez hasanát, pudiendo duplicarse hasta setecientos hasanah, pero lo esencial es aprovechar y sentir las aleyas, y saber que, en el día de la resurrección, esas aleyas junto con el ayuno comparecerán como defensores a nuestro favor ante Allah.
Rogamos a Allah que haga que seamos de la gente del Noble Corán siempre tanto en ramadán como en el resto del año porque su bendición es enorme sobre uno mismo, su hogar, su familia.
Que Allah bendiga vuestro tiempo y haga que estos días intercedan a nuestro favor ante Allah, y que la paz y las bendiciones de Allah sean con nuestro amado profeta Muhammad.