Con Sheij Taha Fathy Hendy
Alabado sea Allah y que la paz y las bendiciones de Allah sean con nuestro amado profeta Muhammad, su familia, sus compañeros y todo aquel que siga su ejemplo.
Con una nueva guía en una aleya sacada del Noble Corán en la que dice Allah: “El Enviado cree en cuanto le ha sido revelado por su Señor, y lo mismo los creyentes. Todos ellos creen en Allah, en Sus ángeles. en Sus Escrituras y en Sus enviados. No hacemos distinción ente ninguno de Sus enviados. Han dicho: Oímos y obedecemos. ¡Tu perdón, Señor! ¡Eres Tú el fin de todo!”
Esta aleya habla de las facilidades que Allah concedió a Sus siervos de la ummah de del profeta (sws). Allah; Glorificado y Altísimo sea, les prescribió unas obligaciones y es bien sabido que el ser humano no le gusta esta atado a unas obligaciones hasta que se acostumbre y se le educa en ello, entonces se reconcilia con ello. Allah prescribió la oración nocturna, como dicen los exegetas, y fue algo duro para la gente, es más decretó que cuando se disponían a hacer algo, aunque no lo hubiesen hecho, se registraba como hecho. A los compañeros del profeta (sws), eso les parecía muy penoso, pero cuando lo recibieron de Su Señor, no dijeron sino: “Oímos y obedecemos”. Y eso encierra una indicación al modelo fracasado que menciona el sura anteriormente a ellos que dijeron: “Oímos y desobedecemos”. Entonces cuando obedecieron, Allah les alivió facilitándoles las cosas, haciendo que la oración nocturna sea un acto voluntario, no se les registraran los actos hasta que los realicen como dijo el profeta (sws): ((Quien se propone hacer una buena acción y luego no la hace, Allah se la registra como una buena acción y si la hace, Allah se la registra como tal desde diez hasta setecientas buenas acciones e incluso má; y si intenta realizar una mala acción y no la lleva a cabo, Allah se la registra como una buena, en cambio si la hace, Allah se la registra como una sola mala acción))
Así fue la gracia de Allah, Altísimo sea, sobre esa primera generación piadosa que recibió los mandamientos del Dios de los mundos diciendo: “Oímos y obedecemos”. El verdadero creyente es aquel que siempre dice: oímos y obedecemos, con una fe pura y un corazón temeroso, es la persona que dice: todo es de Nuestro Señor, esa persona que asimila las aleyas del Corán y no necesita muchas palabras y pruebas para convencerse de su religión y los mandamientos de Su Señor sino que sabe a ciencia cierta que obedecer los decretos de Su Señor le traerá un gran bien y dice: oímos y obedecemos aunque no ignorara el sentido profundo. El ser humano no puede abarcar todas las razones últimas de las cosas, de allí que los compañeros del profeta (sws) junto con el profeta (sws) dieron las mejores lecciones y los mejores ejemplos en encomendarse a Allah, escucharlo y obedecerlo de forma visible. Nosotros no obedecemos de forma ciega, sino que nuestra obediencia y el acatamiento de las ordenes de Allah, Altísimo sea, es visible porque esté en el bien y en los mandamientos de Nuestro Señor que nos conoce, pues dice: “¿No va a saber Quien ha creado, Él, Que es el Sutil, el Bien Informado?” La soberanía: 14
Es deber de todo musulmán que trata con el Libro de Allah, Glorificado sea, en estos días, que su lengua diga continuamente las palabras de Allah: “Oímos y obedecemos. ¡Tu perdón, Señor! ¡Eres Tú el fin de todo”, entonces Allah le facilitará las cosas materiales, abriéndoles el cielo con sustentos, hace que la tierra emane ríos para regar sus tierras y darle de los bienes de Allah y enciende en sus pechos una luz que brilla y una complacencia que llena su mundo, y así forma parte de la gente complacida y con facilidades.
Rogamos a Allah que nos registre como quienes sus lenguas no cesan de recordarlo y sus corazones creen en sus palabras: “ oímos y obedecemos. ¡ Tu perdón, Señor! ¡ Eres Tú el fin de todo” y que la paz y las bendiciones de Allah sean con nuestro amado profeta Muhammad, su familia, sus compañeros y todo aquel que siga su ejemplo.