Reflexión I. Con el Sheij Taha Hendy

Traducción:
Assalamu aleikum
La misericordia de Allah, Altísimo sea, es inmensa aunque a veces nos parezca una maldición, como es el caso de lo que está pasando estos días con la pandemia del coronavirus.

Algunas aflicciones que Allah, Glorificado sea, envía sobre sus siervos, forman parte de su misericordia. Entonces, si esa gente lo afronta con determinación, formará parte de la gente con firmeza, pero si vuelve a como estaba antes, formará parte de la gente merecedora de castigo.

Por misericordia, Allah quiso revitalizar los corazones que ya estaban muertos, recordándoles que Él es el Todopoderoso que puede cambiar la situación. ¿Cómo? Pues con uno de sus soldados, tan pequeño que no se puede ver a simple vista.

Esa es la tutela que Allah, Altísimo sea, tiene sobre sus siervos, en momentos como los que estamos viviendo.

Así y por misericordia de Allah, hemos vuelto a Allah. Volvimos a acordarnos de la muerte y de que estamos muy cerca de Allah, su decreto y su encuentro, después de que los corazones se endurecieron y fueron invadidos por el amor de todo lo mundanal. Pero Allah, Alabado y Glorificado sea, quiere el bien para sus siervos y que vuelven a Él.

También forma parte de la misericordia de Allah, Altísimo sea, la vuelta a los hogares, para subsanar las negligencias en la educación de los hijos. Muchas veces, las ocupaciones de la vida cotidiana nos alejan de nuestros hijos y nuestros cónyuges, pero Allah, Altísimo sea, quiso que cada responsable asuma su responsabilidad. Allah hizo que nos juntemos en la misma casa en la que siempre hemos vivido, pero ahora empezamos a mirarnos y observarnos los unos a los otros, el padre a su hijo, el hijo a su padre, el uno le enseña al otro y el otro aprende de él.

En medio de estas durísimas condiciones en que estamos viviendo, eso es una inmensa misericordia de Allah, Altísimo sea.

Subhanallah, ahora preguntamos más los unos por los otros sin visitarnos. Normalmente, el ser humano suele estar ocupado con su trabajo, sus cosas,…pero ahora todo eso se quedó en segundo plano, y lo más importante es preguntar por sus familiares, hermanos y amigos a través de los medios a su alcance.

En resumen, el desastre que estamos viviendo encierra una gracia por eso rogamos a Allah que seamos de la gente agraciada y que preserve de la epidemia y de la aflicción a nuestro país y al mundo entero.

Y que la paz y las bendiciones de Allah sean con nuestro amado profeta Muhammad, su familia, sus compañeros y sus seguidores.